31 jul 2011

Lleno de esperanzas

Levantándome un día, como cualquier otro, nada emocionante, mis preocupaciones se limitaban en que me dedo levantar para preparar el desayuno.

En fin, en la tarde fui para la casa de un amigo como lo hago casualmente, entramos al "video" que queda al lado de su casa, sigue siendo un día normal, vacío de sentimientos.

Ahí estaba ese niño que comúnmente se la pasaba hay casi todas las tardes y que mis amigos lo tachaban de inquieto, molestoso u otras cosas mas.

Él estaba jugando un tal Mortal Kombat y lo tenía en la modalidad de dos jugadores, sin embargo estaba el solo, mi mente se preguntaba "porque mis amigos se lo habrán colocado de esa manera? sabiendo ellos que en ese modo el niño no podría completar ciertas misiones y si lo lograse le costaría mucho..."

Me respondía "tal vez se lo merezca, tal vez... si es tan malo e inquieto como ellos dicen"

Me toco esperar a que inicie un partido de futbol y termine para jugar yo con mis amigos... Todavía no entiendo porque el partido se hacía tan eterno.

Para pasar el rato me asome a la tv del niño, vi que era algo tonto lo que debería de hacer para seguir avanzando, me pregunto "Me ayudas?"

Sin palabras, respondí su pregunta tomando el otro control y sentándome a su lado

El juego me pareció interesante, disfrutaba el momento con el niño, sus gestos eran de felicidad y sus expresiones tan respetuosas aunque de vez en cuando decía una que otra palabrota que aprendería de ese mismo lugar.

Cada vez era más emocionante, su sonrisa era muy contagiosa y sus lentes lo hacían más. Mi mente se seguía cuestionando porque lo trataban asi y lo tachaban de niño molesto. Ya luego de haber creado un círculo de confianza el niño aprovecha y me comienza a hacer preguntas.

Recuerdo que la primera fue "Tu sabes silbar?" e intentaba producir ese sonido, me alegro mucho su intención, estaba centrado en silbar para poder hacer sonidos con su boca :).

Me pareció muy interesante, le conteste que si e intente hacer registros irlandeses con mi boca, le gustó mucho lo que estaba haciendo con mi boca, cada vez sonreía más, más y más.

Justo en el momento que estaba incomodo por mis largas piernas y dificultaba algo el paso, el niño exclamo "waoh, a ti si te llegan las piernas al piso, que bien, ya eres grande! yo todavía no puedo, me quedan colgando, todavía me falta para saber que se siente"

Y seguía sonriéndome, será su sonrisa la que les incomodaba a mis amigos? a mi cada vez me llenaba más de esperanza.

Su última pregunta fue "Y a qué hora tu mama vendrá por ti?" fue una pregunta que más que una sonrisa, me siguió dando envidia, de su felicidad, de el mundo que tiene pintado en su cabeza... Le respondí "Ojala mi mama pudiera venirme a buscar". el chico era feliz, imagino, que al levantar cada mañana, su emoción es la de saber que hay dentro del cofre del tesoro y como completar la misión, que le ara su mama de desayuno, para que sus piernas crezcan mucho más, a qué hora lo buscaría para poder descansar de derrotar a tantos monstros y recorrer tantas aventuras.

Entonces, porque mis amigos lo trataran de esa manera y lo tachan de esa forma? Cada vez me doy cuenta en que sistema vivimos.

En realidad la respuesta a todas mis preguntas creo que sería la envidia, normalmente no creo en ella, solo en casos como estos...

Simplemente era un niño feliz, con una sonrisa en el rostro, algo totalmente lo contrario mi amigos y a muchos en esta sociedad, cuantos de nosotros vamos dando una sonrisa? pedimos ayuda cuando la necesitamos sin ser motivados a pedirla, y adulamos a los mayores. Poco a poco me fui respondiendo todas mis preguntas y a entender que todos nacemos puros, sin problemas sociales, ni odio, todos esas cosas el sistema nos las van enseñando en nuestro camino.

E aprendido que no hay mente más pura que la de un niño, sería un crimen corromperla o jugar con ella hacia el camino del mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario